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Mostrando entradas de julio 28, 2019

LA FLORA

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LA FLORA, con mayúsculas, porque siempre destacaba, era una mujer con una energía envidiable, a pesar de no ser muy moderna de ropa, lo era de espíritu, llamaba la atención por donde iba como si vistiera con cascabeles... La recuerdo siempre sonriendo, siempre de buen humor, cantando, charlando, preguntando, pensando...LA FLORA era muy cómica, le gustaba actuar para los abuelillos para hacerles la tarde en el hospital más llevadero...no tenía vergüenza ni falta le hacía, los años de "pescatera" que es como se dice en Castro Urdiales, vendiendo pescao en un carro mas 5 hijos había hecho de ella una mujer sin barreras ni complejos, y eso, lo quieras que no, llamaba la atención y más en esa época). de vender el pescao, cosía las redes, cuidaba a 5 hijos, en fín, un poco de todo, o mejor dicho un mucho...labores y carácter envidiables... Se apuntaba a todas, en el campamento familiar que íbamos era la cocinera, y todo el mundo la quería muchísimo, por Castro la conocía todo

EL MORO

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Mi abuelo el Moro, Agustín, era el marido de la Tita...hacían un tándem perfecto, era un currante, había muchas bocas que alimentar y no había otra... El Moro no sólo era padre de sus hijos, también lo era de sus nietos, y así le veíamos, al menos yo...siempre les decía que me tenían que meter en el libro de familia de tanto que estaba ahí en su casa, de hecho, a veces venia un fotógrafo a actualizar la foto de familia y ahí estaba yo siempre, me daba envidia de que a mi no me sacaran la foto junto a los demás, así que alguna que otra foto hay conmigo, porque como para decirme que no.... Recuerdo a mi abuelo algo más serio que la Tita, pero con una presencia patriarcal que imponía, todos teníamos respeto al Moro, y le obedecíamos, si en algún momento nos volvíamos bacilones sacaba la zapatilla, se ponía en su esquina del sofá, todos sabíamos cual era su esquina del sofá y se respetaba, y si teníamos que huir por la puerta teníamos que pegar el culo a la pared para que n