AL OTRO LADO DEL ESPEJO

Cualquiera que me conoce un poquito, sabe que se me va un poco la pinza cuando se aproximan éstas fechas... Aún recuerdo cuando me mudé a mi nueva ciudad, con unas 40 cajas y una furgoneta repleta de trastos, y al entrar todas a casa, mi pareja me dijo "a ver, abre una caja al azar, para saber qué tipo de cosas te traes", y desgraciadita de mí, fui a coger una de las dos cajas que tenía de cosas para Halloween...desde ese día, creo que mi chico se hizo a la idea de lo que le venía por delante....(ya tengo unas 4 cajas). No es por presumir, pero ha habido veces que me han dicho, que no hay bar en esta ciudad mejor decorado que mi casa...cada año, hacemos más manualidades, y más juegos interactivos, llegamos a protagonizar y montar sesiones de cortos de terror e inventar brebajes malditos con juegos mortales, llega a ser una verdadera locura que nos ocupa en pensarlo y prepararlo durante todo el año... Cuál no fué mi sorpresa cuando al poner fotos de mis f

Hoy quiero hablar de Halloween, no soy una persona que justifique mis gustos, mis aficiones o lo que hago, simplemente lo hago porque me hace feliz, siempre que veo a alguien corriendo desde las seis de la mañana, incluso en días lluviosos, o jugando a la intemperie en invierno una partida de tenis, gente que se tira sentado/a en el sofá 6 horas enganchando unos partidos de futbol con otros…siempre pienso, “si les hace feliz, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, igual que las personas que se tiran todo un año practicando, o meses, para salir en Semana Santa (no hablo de las procesiones sólo, también tenemos la Pasión Viviente de Castro Urdiales, y mil espectáculos religiosos más), pues pienso eso…”si son felices con eso”…. A pesar de que todo se puede juzgar, o se puede opinar, cuando en una sociedad lo que más fastidia es que la gente no tenga “empatía”, o que simplemente viva y deje vivir, existe el tipo de gente, que por un sentimiento de inseguridad mental y personal, a pesar de que